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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Guía del patrimonio cultural de San Juan




Por. Ing. Teódulo Antonio Mercedes
Por solicitud  de varios amigos de San Juan de la Maguana, los cuales son activistas culturales, son estas opiniones sobre el recién presentado libro titulado: Guía  del patrimonio histórico y cultural de San Juan de la Maguana.
Como se observa en su nombre, dicha documentación editada en  edición de lujo, con más de 103 páginas llena de fotografías a color, constituyó todo un laborioso trabajo documental tendente a poner a disposición de los interesados una documentación ágil, veras, con informaciones  actualizadas del devenir histórico y cultural del granero del sur, que facilite una hoja de ruta con precisión al visitante de estas lejanas tierras de la región sur de la nación.
Como es de todo conocido en lingüística, el término guía puede hacer referencia a directrices o consejos sobre determinadas materias, en nuestro caso turístico,  para viajeros.
Sobre  patrimonio cultural entendemos  la herencia cultural  de una comunidad, con la que ésta vive  y se desenvuelve en la actualidad y que transmite a las generaciones existentes  y a la que habrán de presentarse.
Esos  bienes y valores culturales que son expresión de la  identidad de ese conglomerado, que se manifiestan  como costumbres, tradición y  hábitos, así como la diversidad  de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico,  musical,  testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, y antropológico, los cuales son  o deben ser el objeto mismo de este necesario estudio que nos coloca en el espacio de la modernidad.
Por patrimonio arquitectónico se puede  ver  un edificio, un conjunto de edificios o las ruinas de un edificio, o de un conjunto de edificios que, con el paso del tiempo, han adquirido un valor mayor al originalmente asignado, pudiendo  ser cultural o emocional, físico o intangible, histórico o técnico.
Las obras de arquitectura que pueden considerarse de patrimonio serán  las que, debido a una multiplicidad de razones, no todas de índole técnica o artística, o de costos, así como de temporalidad, completen los requisitos antes establecidos.

Estos criterios fundamentales fueron  los que primaron el 16 de noviembre de 1972, en la Convención para la protección del Patrimonio Cultural y Natural del Mundo realizada por la  (UNESCO), cuyo objetivo es promover la identificación, protección y preservación del patrimonio cultural y natural de todo el mundo, el cual es considerado especialmente valioso para la humanidad.
Dichas consideraciones fueron ampliada el 17 de octubre del 2003, por medio de la Inmaterial”, la cual []definió que:
“Se entiende por patrimonio inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.
Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.”

Luego de haber definido el marco conceptual donde debió desarrollarse el trabajo, procedimos a su valoración documental.
Al inicio buscamos el marco operacional que constituyó la simiente de donde procedió el levantamiento de las informaciones, y, para nuestra sorpresa no encontramos ninguno, desde el punto de vista de una de las ciencias que deben conducir los trabajos de esta naturaleza, pero con el deseo de no prejuiciar las informaciones, adoptamos las consideraciones emitidas en la presentación de la obra, la cual se puede observar en la segunda página de la publicación, donde se afirma lo siguiente: Después de varias reuniones organizadas por la Dirección de Saneamiento Ambiental y Forestal, el Departamento de Cultura del Ayuntamiento Municipal y varias entidades del municipio, se procedió a organizar los trabajos para el levantamiento. Se estableció una coordenada cuyo punto de partida son las calles doctor Cabral (Norte-Sur) y la avenida Independencia (Este- oeste). Para cada cuadrante se eligió una comisión dirigida por un coordinador y varios integrantes.”
Como se observa, el elemento técnico de especialista fue omitido es este trabajo, tanto en el informe presentado, como en el levantamiento de las informaciones recogidas, las cuales constituyen la materia prima para la elaboración de la pretendida guía.
Luego de este problema metodológico, el cual no  le encontré explicación, procedí a evaluar las informaciones mismas con la esperanza de encontrarle respuestas a mis inquietudes en el grueso de la obra misma.
Aunque el propósito desde el principio no fue la  evaluación  de impresión, me chocó la existencia de grandes cantidades de errores ortográficos y de diagramación así como una encuadernación inapropiada, la cual tiende a desgranarse con el toque de las hojas, lo que evidencia la carencia de esos técnicos en la publicación de una obra tan costosa, motivado quizás al consejo de un sabelotodo, que con poder y conocimientos limitados incide de manera determinante en la toma de decisiones.
De igual manera, es notoria la existencia de errores en informaciones históricas, las cuales espero que especialista en la historia de San Juan puedan intervenir y colocar las informaciones en el lugar que correspondan, en consonancia con los hechos acontecidos.
Como respecto a esos profesionales, los cuales creo que intervendrán en la corrección de estas desinformaciones, no señalo ninguna, porque las correcciones mismas traerán discusiones que solo especialistas están en el deber  de participar externando sus opiniones de manera libérrima como deben de dilucidarse confrontaciones  de esa naturaleza.
Con relación al parámetro a seguir, según las definiciones enunciadas al principio, puedo afirmar que la publicación no llena los requisitos que su enunciado pretende cometer. En primer lugar, porque las informaciones obtenidas están desvalorizadas porque se tomaron bajo concepto emanado de prejuicio social y los bienes y valores culturales que son expresión de la  identidad de ese conglomerado que se manifiestan  como costumbres, tradiciones y hábitos, no fueron presentados en su totalidad, trabajando aquellas en que sus propietarios representan, desde el punto de vista económico, importancia social en algún espacio de la localidad.
Dicha uniformidad en el prejuicio, desde el inicio refleja una ausencia de originalidad, la cual es sumamente perniciosa, cuando analicemos el descuido de los valores inmateriales que fueron omitidos en el estudio.
Para poder demostrar dichas afirmaciones, es imprescindible  enseñar sus inconsistencias en los diferentes renglones de los  bienes y valores culturales que son expresión de la  identidad  en lo presentado.
Comenzando por sus demostraciones más numerosas, el patrimonio monumental.
En patrimonio monumental es inconsistente. Porque lo que se presenta, en demasía, son construcciones nuevas, realizadas por los mismos incumbentes de la pretendida guía, de discutible valor estético, los que nadie la ha evaluado y son desconocidas por las pasadas generaciones y gran parte de la presente.
Algunas que se presentan  por sus valores como histórico o técnico, no tienen tales valores, porque no constituyen hitos técnicos, sino construcciones normales realizadas en localidades despobladas y con carencias de infraestructura técnica realizada por el propósito de llevar mejoría en el proceso productivo, en lugares con alto potencial de desarrollo, pero no innovaciones.
Con relación a las edificaciones que sí tienen categorías de patrimonio históricos, su descripciones son deficientes y adolecen de las informaciones arquitectónicas correspondientes, como es su estilo constructivo y qué manifestación tubo dicho estilo en Santo Domingo.
Como por ejemplo, cuántas casas en San Juan quedan hoy de las que fueron construidas con el estilo Isabelino. Esta es una sola pregunta en ese renglón de carencias en el informe arquitectónico.
Las mayorías de casas presentadas que no tienen relaciones gubernamentales, son, desde el punto de vista sociológico, reconocimiento a munícipes y familiares en función de su importancia y prestigio social en un momento determinado del desarrollo de la comunidad, pero que hoy todavía tienen presencia.
No se presenta ninguna vivienda en función del valor histórico que presentó uno de sus habitantes. Por ese criterio, no aparece la casa del mártir de la modernidad Gustavo Emilio Dimaggio, ubicada en la Estrelleta esquina Anacaona frente al “Parque de los Burros”.
Por prejuicio social, tampoco aparece la casa de Pirindin, ejemplo de laboriosidad, honestidad e identidad Sanjuanera reconocido en todos los confines de la modernidad.
Por esa misma razón, pero por partida doble, no aparece la casa de Carlita, la madre del brillante  y maldito Carlo, lugar de gran reconocimiento para los creyentes de las ciencias ocultas.
Sobre el patrimonio inmaterial, según los ejecutantes de la obra, por sus omisiones, eso parece como que no existe. Por ese motivo no se tienen informaciones de los barrios de San Juan, los cuales para no negar en su totalidad su existencia se mencionan solo cinco o seis, sin hacer mención de sus características culturales más pronunciadas.
En ese intento de guía, nadie sabe donde se tocan los palos, en qué lugar se toca y se baila ese tipo de música, pero al mismo tiempo, tampoco informa de “Centro de Luaces”, donde pueden ir los creyentes visitantes del pueblo, a ver cómo, según esas creencias, se desarrolla esa cultura, solo mencionando a los centros liboristas, los cuales son más centros de publicidad mediática que de práctica de religiosa, porque el creyente de esas ideas, desde el punto de vista sociológico, es callado y poco comunicativo.
Tampoco hace mención del creciente carnaval de la ciudad y sus manifestaciones barriales, porque a la cultura popular en las formaciones elitistas no tiene cabida, así como las culinarias.
Por ese simple criterio, en la pretendida guía turística, al visitante de la región o de fuera, no se le presta información que le permita en su estadía en el lugar, aprovisionarse de un poco de queso de San Juan en sus diferentes variedades, o de su famoso chicharón o longaniza de Juan de Herrera, artículos que en el transcurso de los años representa la distinción del Sanjuanero.
De igual manera, no se presenta ninguna información que permita a un ciudadano ir  a un lugar donde pueda disfrutar del famoso chenchén con chivo, plato moderno que ha sido colocado en la identidad culinaria del San Juan del siglo veintiuno.
Sobre los centros ambientales y ecológicos, las informaciones que se presentan son insuficientes para una guía turística, sobre todos en aquellos que se muestran con emanaciones de agua, los cuales deben de contar con datos de media de pH, así como de media de temperatura y turbidez.
Para que el trabajo sea único en su clase en todo el territorio nacional, se debe de  documentar la ruta de Hato del Padre y Asiento de Luisa hasta las cercanías de La Cabulla, pasando por Punta Caña y por La Jagua, no tan sólo desde el punto de vista geográfico y geológico, sino  que también deben determinarse sus altimetrías y diámetros en los promontorios, los cuales son cráteres de volcanes en extinción, presentando en la guía turística, la ruta de los volcanes en extinción del granero del sur.
Pero desde el punto de vista informacional, el cúmulo de informaciones presentadas de manera anárquica, no tiene el elemento racional de la información turística, que es su hoja de ruta, con la cual el viajero determina el camino más corto y viable para llegar a ese punto, desde el lugar que el pretende la información.
Esta información quedará pendiente para el ocasional transeúnte, que si la suerte lo acompaña, estará quizás más perdido que el viajante temporal.
Luego de conocer las diversas debilidades que presenta la pretendida guía turística, tomando en consideración la cantidad de informaciones que con un poco más de labor pueden ser utilizada, considero que se deben de contratar los técnicos apropiados y rediseñar el libro, de tal manera que la población de San Juan pueda disponer de una eficiente y bien documentada guía, la cual pueda llenar el cometido que lo que iniciaron el proyecto quisieron aportar a sus munícipes.
26 de septiembre de 2012. San Juan de la Maguana



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